Tuesday, November 28, 2006

DEBORAH: "Tengo un nene con problemas en el colegio"

Hola, Licenciada: mi problema es que tengo un hijo de 8 años, con problemas en el colegio. El no sabe leer y, además, le cuesta poner atención en la escuela. Lo lleve a una psicopedagoga, sin resultado alguno. Le comento que estoy separada desde que mi nene nació, y el de él es un padre ausente. Viene cuando se acuerda, y eso lo tiene muy triste porque siempre habla de él. Según me dijeron en el colegio, esta bloqueado emocionalmente, y la verdad es que yo estoy desesperada porque no sé cómo ayudarlo. Lo que más deseo es que él sea un nene feliz, es único hijo. Le comento que no volví a formar pareja, vivimos con mi mamá. Es un nieto muy sobreprotegido. Además hace dos años mi papa falleció y el nene era muy unido con él. Le pediría por favor un consejo, una orientación porque no sé cómo ayudarlo. Desde ya, muchísimas gracias Graciela, y espero tu pronta respuesta.


Estimada Silvia: su papá falleció, pero el de su nene no. Busque al papá, hable con él y consiga un régimen de visitas regular, o sea, periódico. Una vez por semana o dos o lo que se pueda pero siempre los mismos días y a las mismas horas. Si es posible, agregue que una noche vaya a dormir donde vive su papá.
En lo que respecta a usted, mientras no se mude de al lado de su mamá, no volverá a formar pareja de modo feliz.
Con respecto a los problemas intelectuales, tal como le han dicho, en parte dependen de los emocionales pero si usted se anima a resolver la cuestión que le enuncio arriba, todo cambiará. No vacile en hacerlo, el equilibrio y la salud de su niño depende de ello.
Una cosa más: revise sus hábitos de lectura. Si usted lee, su hijo leerá.
No vacile en volver a escribirme si lo cree necesario. La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

Friday, October 27, 2006

CARTA DEL PADRE AL MAYOR DE LOS VARONES

Hace varios años me tocó atender en consultorio a José Luis, de cincuenta años, cuya mujer, de igual edad, se retiró del hogar familiar después que él le descubriera una relación amorosa extramatrimonial. La situación le provocó al hombre el natural dolor y autocuestionamiento y, además, lo llevó a vivir por un tiempo con sus dos hijos, varones, de 27 y 24 años. Como en cualquier grupo familiar de este diseño, se tornó difícil para el consultante llevar adelante la relación con su hijo mayor, aliado natural de la madre, a quien toda la situación -pero particularmente la ausencia de ella del hogar- provocó gran angustia y tornó agresivo contra el padre.
Después de una conversación, José Luis escribió el texto que acompaño, dirigido al muchacho. El texto es particularmente contenedor y esperanzado y como creo que puede ser de utilidad para otros que atraviesen situaciones parecidas, le pedí autorización para publicarlo. Los nombres y ciertas circunstancias están cambiados.


Querido Enrique:

Deseo hacer algunas consideraciones respecto a la conversación que tuvimos en la noche del Lunes.

Vos planteaste los siguientes temas:
a) "la medicación te pega mal".
b) "tenés que tener autocrítica".
c) "cambiás las ideas de un momento a otro".
d) "vos me metiste en este problema".

Es posible que, como decís, la medicación me pegue mal. Debo comentarte que a lo largo de la vida fui adverso a cualquier medicación, incluso a las aspirinas. Los problemas actuales, su profundidad y gravedad, me obligaron a violar aquella norma antifármacos.

Como vos sabés, estoy en tratamiento psicológico. Esperaba encontrar en el mismo soluciones mágicas a la crisis, casi inmediatas. No fue así. Deseaba un tránsito veloz y breve entre la angustia, la tristeza y el desconsuelo. Los hechos, los días, y nuevas circunstancias lamentablemente me lo impidieron. Toda vez que lograba un pequeño avance, me encontraba parado mucho más atrás que cuando comencé a caminar.

¿Qué te quiero decir…? En realidad, para llegar a alguna conclusión pequeña debí pensar profundamente en cosas que poco tiempo atrás pasaban inadvertidas y ahora me conmueven. A medida que las sesiones avanzaban, más difícil se hacia la comprensión, más se enredaban las ideas y más injustos y desleales consideraba los hechos y los personajes.

Progresiva e ininterrumpidamente noté que me ponía más agresivo, irritable e intolerante. Por ello traté (creo que con cierto éxito) de no transferirte esos estados a vos, a mami, a Mariano ni a los demás, en general.

Dos médicos de mi conocimiento me recomendaron una medicación y un apoyo psiquiátrico complementario. Hago lo que los profesionales me indican. Si resulta o no, aún no lo sé, pero le presento una batalla inteligente a los hechos.

No sé si "me pegan bien o no" pero algo estoy intentando. Los acontecimientos son muy fuertes, conmocionantes y difíciles de sobrellevar para un tipo de mi generación, mi cultura y formación. Acaso si fuera otro hombre, todo resultaría más fácil. Pero soy quien soy, bueno o malo. Yo.

Te pido además que tengas en cuenta que todas mis emociones están potenciadas, en general cercanas a la tristeza y el desasosiego. Fueron casi 30 años junto a mamá.

Enrique: se me cayeron las torres gemelas. Yo estoy entre los escombros, revolviendo todo y vos me planteás "tenés que tener autocrítica".

Debés saber que, no sé si por virtud de mamá, por boludez mía o por conclusión, una vez que tuve conciencia integral de los hechos, contados por mamá, conociendo sus causas y razones, me ví obligado a pedirle disculpas. Ella y sus argumentos me hicieron considerar que yo era el culpable de la situación. Le pedí perdón en todas las formas que puedas imaginar. Era muy pesado y doloroso. Yo había roto la familia, había mandado a mamá al exilio. Yo era el culpable exclusivo de que ella hubiera incorporado un compañero paralelo a su vida. Me sentí un flor de sorete, un defecto de la naturaleza, un ser detestable y maloliente. Un idiota que bien merecido tenía lo que le pasaba.

Yo había descuidado a mi mujer y a mis hijos. Por la cabeza me pasaron muchas cosas más, similares a esta. Todos errores míos, errores que ni bien reconocía me provocaban deseos de autoflagelación.

¿Vos creés que esto es autocrítica? ¿Creés que ésto es lo que debo hacer? ¿Vos creés que es justo? ¿Creés que es cierto? ¿Te parece que así voy a salir?

A decir verdad y gracias a la psicóloga comprendí que la carga de la culpa que mami me adjudicaba casi por completo (vaya a saber por qué) era compartida. No era yo el responsable exclusivo. Ella también tenía algo que ver. Hoy, luego de una autocrítica más sana, del pensar, de un análisis lógico y racional, siento responsabilidad, pero no tanta.

Permitime decirte algunas cosas más para que vos me juzgues. Más allá de errores, creo haber sido y ser un buen padre, haber generado ejemplos positivos: trabajo, constancia, tenacidad, fuerza ante la adversidad, positivismo. También esos ejemplos fueron útiles para mamá.Hice lo posible por educarlos bien, alimentarlos bien, vestirlos bien y curarlos toda vez que fuera necesario. A mami también. No pasé un solo fin de semana durante su infancia y adolescencia sin estar junto a ustedes y con mamá. Les hice asados, jugué al fútbol, los fui a buscar al cole, fuimos a conciertos juntos, les compre figuritas. Cuando hago autocrítica algún recuerdo bueno también me viene.

Respecto a mami, siempre estuve. Bien o mal, pero estuve. La acompañé en sus proyectos aportando, a mi manera y con las mejores intenciones, mis consejos, la llevé y fui a buscar a la psicóloga durante su tratamiento, podría enunciarte así algunas cosas más pero, aquí y ahora, carecen de valor. Sólo quiero agregar que no falté una sola noche de casa y le fui fiel.

Ya no soy el mismo. Como dice la Bersuit, intoxicado, loco y sin humor, cambio las ideas de un momento a otro. Se me modificó la paleta de colores. Las cosas son parecidas pero ya no son como eran. El amarillo es ocre, el celeste violeta, el anaranjado bordó y el gris, negro.

Estoy variable. No sé por qué, pero así estoy. Toda la vida fui de conceptos firmes, de bases sólidas como las torres gemelas. Pero a mí también me tiraron con aviones. Quizás por todo esto, estoy cambiante.

Respecto a que yo te metí en este problema, no es cierto. Vos estás en este problema, sos parte de él. Yo no tiro para que vos tomes posición, pero no creo que sea justo que te veas como espectador: sos actor y sufrís con los hechos.

La vida tiene buenas y malas. Hoy nos toca ésta y si nos toca es porque estamos.

Creo que sería bueno que labures tu temple, nada se gana evadiendo una realidad muy evidente. El hecho de que mami y yo estemos en este conflicto tiene, como arista más espinosa, la dolorosa participación de ustedes, ya que si hay algo que siempre quisimos es que ambos llevaran una vida feliz, alegre y sana.

Los hechos son los hechos, están aquí y algún tiempo más permanecerán con nosotros. No los ignores ni los desconozcas, tampoco los repruebes. Es absurdo. Te recomiendo intentar no sufrirlos mucho (espero que puedas). No busque culpas, ni causas solo. En todo caso, pedí ayuda.

Te pido por favor que hagas un esfuerzo por comprender y comprenderme. Tratemos de superar unidos esta historia tan triste, sin reproches ni agresiones mutuas. Eso no suma, en cambio resta y divide y no es el momento. El tiempo va a clarificar el panorama. LAS COSAS VAN A MEJORAR, aunque en este momento esta cuestión nos pese mucho a ustedes y a mí. Todos llevamos esta experiencia de modos diferentes, incluso mamá, con más o menos responsabilidad, más o menos dolor, más o menos tristeza,
solos o acompañados.

Enrique: el futuro nos va a encontrar bien parados, nuevamente fuertes y con ánimo para la lucha. No nos va a ir mal hijo, no hicimos las cosas tan mal. Es sólo un tornado y pasará. Te invito a que armemos, con lo que quede, algo nuevo, diferente y, si es posible, tan bueno como todo lo bueno que durante tantos años vivimos.

Un beso. Papá.

Thursday, September 14, 2006

"APRENDO Y ENSEÑO A VIVIR MEJOR"


Una Escuela de autorrealización es un espacio donde se le propone a los alumnos una mirada nueva para abordar los problemas de siempre. Una óptica criteriosa, adulta, coherente y, sobre todo, sencilla y aplicable. Una forma de ver las cosas que permita discutir las posturas prejuiciosas con que a veces enfocamos las situaciones cotidianas.
Dirá usted: “¿qué es una postura prejuiciosa?” Una postura pre-juiciosa, como la palabra lo dice, es aquella que aplicamos a los hechos antes de haberlos juzgado. Pre-juicio… antes del juicio. Y el juicio es ni más ni menos que el resultado de haber examinado lo que nos ocupa tomando en cuenta a todas las partes.

¡Un ejemplo, por favor…!! Bueno, ejemplos hay muchos… me gustaría acertar con los que le sirvan a usted pero, si no es así, igual estoy segura de que le quedará claro el procedimiento, la forma práctica, la regla. Por ejemplo, ¿cómo encarar el tema de las relaciones sexuales de sus hijos –e hijas- adolescentes? ¿Cómo enfocar la cuestión del alojamiento del abuelo en una casa de ancianos? ¿Cómo o cuándo presentarle mis hijos a mi nueva pareja? ¿Cómo hacerle saber a mi marido que espero otras cosas de él durante nuestras relaciones sexuales? ¿Cómo le digo que tengo miedo a que me vaya mal? ¿Le digo o no le digo cuántos años tengo en realidad? ¿Cómo le digo que nunca dejaré a mi esposa y a mis hijos?

Todos estos temas y muchos otros de igual o mayor calibre, son los que tratamos en las clases de la Escuela. Porque son las cosas que le están pasando hoy a la gente de carne y hueso.
Los problemas no son económicos y nunca lo fueron. Es más, cuando un problema es de dinero, se arregla con dinero. Lo que entraña conflicto realmente es aquello que supone tomar decisiones sobre la propia conveniencia y la de otros. Decisiones en las que juego el prestigio que tengo en la cocina de mi casa. Decisiones que debe tomar con sus hijos como testigos… con sus alumnos delante. Con sus empleados como beneficiarios. O como víctimas. Siempre hay quien nos mira cuando decidimos. Eso configura otra parte de los problemas, vinculados con “dar el ejemplo”, una costumbre que los humanos no hemos perdido, aunque a muchos les provoque risa la expresión. Lo invito a repetir la frase siguiente que contribuirá a mejorar su estado de ánimo:

APRENDO Y ENSEÑO A VIVIR MEJOR

"LA NOCHE QUEDÓ ATRÁS"



Sé que en los últimos años ha transitado usted por una de las etapas más difíciles de su historia. Donde ha habido momentos en que se ha cuestionado todo: los principios, los valores, sus actitudes, sus prioridades, y aún se ha preguntado si era justo “seguir poniendo esta sangre en tierra”, como dice la canción.
Sé que hace unos años tuvieron lugar en su vida ciertas situaciones dolorosas que lo obligaron a los replanteos que le menciono.
Sé que peleó mientras pudo para no reconocer la magnitud del dolor que le afectaba. Esa fue sólo una primera parte. Luego vinieron otras. En que renegó, discutió, lloró, maldijo y -por fin- aceptó que algo grave estaba ocurriendo y que era indispensable pedir auxilio.
Como si hubiera vuelto de los infiernos, como si emergiera de caminar por el más pegajoso de los fangos, todavía no sabe cómo pero estiró un brazo, alargó los dedos de una mano y ¿por eso mismo? del otro lado apareció la ayuda. La mano del médico, -del abogado, del cura, del amigo, del psicoterapeuta- encendió una luz nueva en su camino.
A partir de ese “cero” comenzó a contar los números positivos. A caminar por el sendero de la recuperación. Aún sin comprender del todo lo que había cambiado. El sufrimiento había sido tal que su merma parecía imposible. La decepción tan grande que no se podía confiar en nadie. La bronca había contaminado todo y había convertido a la tristeza en una dama de compañía que nunca tenía franco.
Sé que se siente identificado con lo que digo y por eso me permito señalarle que la noche quedó atrás. Hay un nuevo tiempo por delante que ya comienza a transcurrir. Vengo a contarle que es hora de abandonar la oscuridad y que es posible lanzarse en pos de la luz.
Recuerde que los problemas son hijos del error y los errores lo son de la ignorancia. Si sabe más, vivirá mejor. Hay una oportunidad: un camino para recorrer que incluye trabajar su cuerpo, su mente y su espíritu para ser una mejor persona cada día. Tiene que aprender, paso a paso, a recorrer la distancia que lo separa de la felicidad posible. Venga a la Escuela para el Desarrollo Armónico. Lo estaremos esperando Repitamos juntos la frase siguiente, que contribuirá a mejorar su estado de ánimo:



LA NOCHE QUEDÓ ATRÁS

Sunday, August 20, 2006

Aporte de CRISTINA SOLOAGA, "Evaluación informal"


Incorporar buenas costumbres parece ser la clave para prevenir los dolores articulares y musculares que tienden a hacerse crónicos. Me permite afirmarlo una evaluación informal que hicimos con los alumnos de la clase de trabajo corporal en la que tratamos especialmente “la columna vertebral”.

Después de varios meses de trabajo realizados con continuidad, los resultados se notaron claramente. Me gustaría destacar algunos de ellos porque pienso que pueden servir para aquellas personas que leen y todavía no se han decidido a empezar.

La conversación giró alrededor de los comentarios acerca de cómo era el estado del su cuerpo al comenzar y cómo se encontraba cada uno ahora con respecto a las dolencias que traían. Con respecto a la primera pregunta, los recuerdos de dolores crónicos en la zona lumbar y cervical fueron los más comunes y, con respecto al estado actual, manifestaron un alivio real y creciente.

Durante el año los alumnos aprendieron recursos para realizar ejercicios en sus casas. Poder hacerlo varias veces por semana, con resultados favorables, está hablando de la libertad que otorga el aprendizaje.

No quiero dejar de citar la sensación de sentirse cuidados, mirados y protegidos que varios comentaron. Lo atribuyeron a formar parte de un grupo reducido, al ambiente acogedor en el que se desarrollan las clases y a mi modo particular de ejercer el antiguo oficio de enseñar.

Nos detuvimos a rescatar los logros del grupo que funcionó los lunes a las cinco de la tarde, durante todo el año. Te recomiendo que hagas lo mismo con las actividades que hayas sostenido un año completo.

CONSULTANTE 31: Carolina, “Experiencias frustrantes en la vida sentimental”.

Hola, soy Carolina. Mi inquietud surge a raíz de experiencias frustrantes en el área sentimental. Tengo 27 años y conocí chicos con quienes aparentemente comenzaba una buena relación hasta que, al poco tiempo, me decían que “era una buena chica” y me dejaban. Me pregunto si es una buena excusa para terminar una relación, si es porque no encontré el amor de mi vida o si hay actitudes mías, que no me son concientes, que dan a entender que quiero una relación demasiado seria, o si es que doy miedo. ¿Tanto le cuesta al hombre decir sencillamente “No quiero saber nada con vos”? Gracias por contestarme. Carolina

Estimada Carolina: no se trata de lo que les cuesta a los hombres o deja de costarles. Ni tampoco cuál es su manera de decir las cosas. Lo importante es lo que comunican y no tanto la manera como lo comunican. Me parece más preocupante la parte de su nota en la cual se cuestiona acerca de qué es lo que USTED hace mal dentro de una relación (inconcientemente o no) para que esa relación se muera.
Tome asistencia psicológica, de modo que alguien la ayude a ver en qué se está equivocando. Mientras tanto, investigue si en su historia infantil hubo algún hecho traumático (accidente, enfermedad, mudanzas, desaparición de parientes convivientes, etc.) entre sus tres y medio y cinco años. Si no se acuerda, que es lo más probable, consulte con sus papás o personas que la hayan acompañado en esa etapa. Envíeme los datos y veremos allí seguramente las raíces de su conflicto para armar una pareja más estable. Saludos afectuosos, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: Me dirijo a usted, siguiendo con el tema sobre lo difícil que es para mí mantener una relación sentimental estable. Me había preguntado acerca de hechos que sucedieran en el período de tres a cinco años en mi infancia. Sé que en mis primeros años, a raíz de una enfermedad, falleció mi hermanito mayor, de quien no recuerdo nada. Sólo sé lo que me contaron. Estaba por cumplir cuatro. Espero que pueda ayudarme ya que el tema es muy importante para mí. Desde ya, muchas gracias. Carolina.

Estimada Carolina: averigüe lo más posible acerca de la desaparición física de su hermano. Cuántos años tenía él cuando falleció y cuántos tenía usted. Si sus papás tuvieron otros hijos después de ese hecho y cómo era la casa en que vivían cuando ocurrió. Gracias por los datos, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: con respecto a los datos que me pidió anteriormente, paso a contarle que mi hermano estaba por cumplir ocho años cuando falleció por causa de una enfermedad en los bronquios. Yo tenía cuatro. Era muy chica. En el medio tengo dos hermanas más y no recuerdo nada de él, y muy poco de mi infancia en general.

Estimada Carolina: tal como le dije en mi primera respuesta, creo que el personaje de su hermano mayor y su -seguramente- muy lamentada pérdida, influyen desde su inconciente para que no pueda constituir relaciones estables con varones mayores que usted (no de edad, sino respecto a la jerarquía que el varón representa en la pareja, arquetípicamente). Especialmente tendrá problemas con varones jóvenes como usted. El problema se aliviaría si contactara usted con hombres más grandes. Pero no es ésto lo más importante que quiero decirle. Lo más importante es que se trate, que busque un profesional que le merezca fe y se ponga en sus manos para que la ayude a tratar esta conflictiva originaria. Cuanto antes lo haga, comenzará antes a ver los cambios.
Mientras tanto, busque fotografías donde aparezca ese hermano y verá que algo va a recordar. Una niña de cuatro años tiene un intenso trato con su hermano mayor a quien ve como un guía, alguien que juega con ella, la divierte, la ayuda. Busque en las fotografías las raíces de este contacto, mientras resuelve el tema de su tratamiento. Saludos, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 30: Marina, “tengo baja autoestima.”


Licenciada Graciela: mi inquietud tiene que ver con la baja autestima. Tengo 27 años, estudio en la universidad. Soy soltera, estudio segundo año de la licenciatura en ciencias de la educación. Tengo dos hermanos menores que, a pesar de no estudiar y ser menores, tienen hacia mí una actitud que me hace sentir menos. Quizá tenga que ver con el carácter, quizá sea por el momento emocional que estoy pasando, pero como puedo hacer para adquirir una actitud mas positiva con respecto a mí ya que me siento menos. Gracias, Marina.

Estimada Marina: me preocupa que a su edad se detenga en la consideración que por usted tienen sus hermanos menores. Mi orientación se dirige a que busque un lugar para vivir sola y deje ya la casa paterna y los problemas de cuando tenía seis años. No se trata sólo de estudiar y sacar buena nota como en la primaria. Es tiempo de comenzar a ver cómo se va a posicionar usted en la comunidad como mujer, compañera de alguien, trabajadora, madre.
No vacile en volver a escribirme si lo considera necesario.

Monday, July 31, 2006

CONSULTANTE 29, Amanda: “Me contactó un caballero a través de un sitio donde uno se inscribe para buscar pareja…”


Estimada Licenciada Graciela: El 5 de Marzo me contactó un caballero a través de un sitio donde uno se inscribe para buscar pareja. Vive en Tucumán, igual que yo, así que ya nos conocimos personalmente. Me siento bien con él pero trabaja como Gerente comercial en una concesionaria de automóviles y viaja bastante. Percibo que no tiene demasiado interés en verme. Me gustaría que me oriente acerca de si debo plantearlo al tema ó esperar porque es demasiado poco el tiempo. De todas maneras como tengo 50 años (él 53) y soy soltera, es una relación que en principio me conviene. Creo que es su forma de ser. Vive desde septiembre de 2003 en Tucumán y tiene 2 hijos que viven en Buenos Aires. Lo que supongo pero no me animo a preguntar, es si es separado. De todas maneras, creo que tengo que vivir "un día a la vez" y esperar a conocerlo más. Le agradecería cualquier sugerencia al respecto. Muchas Gracias! Amanda.

Estimada Amanda: por lo que me cuenta, me da la impresión de que esta persona es casada y tiene familia. Pero quiero aclararle antes de seguir que, en su condición de soltera y a los 50 años, puede ser conveniente para usted dar continuidad a la relación. Le va a dar un motivo más a su vida cotidiana y, mientras tanto, siga frecuentando la página de parejas y no deseche otra posibilidad que pueda aparecer. La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

Licenciada Graciela: Le agradezco su sugerencia. Estoy por hacer eso. No desecharé las oportunidades que se presenten, si me parece que valen la pena. Si necesito su consejo, volveré a contactarla.

De acuerdo, Amanda. Espero sus notas. GB

Estimada Graciela: como soy “formal” pero no tengo experiencia en relaciones con el sexo opuesto (no se asuste, pero estuve de novia sólo una vez, allá por mis veinticinco años), querría saber si es correcto que E., la persona de quien le hablo, desaparezca en silencio. Más allá de que sólo nos vimos tres veces, estimo que si me despido cordialmente de alguien diciéndole “nos hablamos”, si esta persona queda en llamarme a partir de las 18:00 y no lo hizo, por ser “formal” me preocupé por si le hubiese ocurrido algo y lo llamé yo. Me dijo que había adelantado su viaje a San Luis. Le creí. Suponiendo que no fuera real, me pregunto: ¿es tan difícil avisar que se da por terminada una relación, aunque ésta haya sido apenas incipiente? Sé que puedo no ser la persona esperada ni tengo la soberbia de pensar que DEBO agradarle pero, íntimamente, pienso que soy un ser humano valioso y que todavía no apareció mi complemento adecuado de pareja.
Lamento lo que pasó porque en general no me engancho con facilidad con alguien, pero bueno… eso está en manos de Dios.
¿Qué me sugiere? Me gustaría saber su opinión al respecto, aunque creo tener claro que nada puedo hacer ante lo evidente. Estimo que usted puede emitir una opinión con autoridad en el tema. Un abrazo y mi profunda gratitud. Amanda.



Estimada Amanda: en mi mensaje anterior le decía algo sobre esta persona que ahora usted puede verificar. No tiene que darle importancia a las actitudes ni tratar de investigarlas ni explicarlas. Lo que tiene que hacer es seguir buscando, volver a la página e intentarlo de nuevo, sin dilación.
Le cabe hacer todo lo posible por conocerse usted misma, no tenga apuro por conocer a otras personas, cualquiera sea su sexo. Lo suyo revela ignorancia del propio mundo interior. Inicie un tratamiento psicológico o cualquier otro camino de autoconocimiento. Lea a Hesse, lea a Chopra....

De paso: basta de formalidad!! Lo que llama "formalidad" la llevó a la soledad de hoy. Descúbrase, investíguese... Dése la posibilidad de conocer a Amanda, que la fascinará. Tómese la vida en serio. La vida no es formal, es VIVA.
La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 28: Gerardo. "Ocurre que estoy desempleado..."


Hola Graciela:
Ocurre que estoy desempleado y han llegado a mi vida una serie de miedos, dudas, temores y fobias. Ocurre que visualizo un emprendimiento y comienzo a trabajarlo en mi cuarto (pieza del fondo de mi casa), en la computadora realizo el diseño de la folletería, la imprimo, además imprimo mi membrete, mi tarjeta y cuando lo tengo que poner en práctica, es decir, pasar a la acción, me achico. Me entran unos miedos que no los puedo manejar, paso frente a mi futuro cliente y me saltan unas dudas tremendas con una mezcla de miedo que no lo puedo manejar. Vuelvo a mi casa con bronca y empiezo con otro proyecto y esto ya me tiene harto y cada vez mas pobre (económicamente y en autoestima) ¿Qué es lo que puedo hacer conmigo? Un abrazo y, desde ya, muchas gracias. Gerardo


Estimado Gerardo: por favor cuénteme con quién vive, cuántos años tiene, y de qué estaba empleado antes de quedar desempleado. Gracias por completar la información, indispensable para poder responderle. Saludos, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: Tengo ya cuarenta y ocho años. Fui encargado comercial de una importante compañía de seguros aquí, en Salta, donde vivo. Estoy casado y tengo cuatro hijos. La mayor está por terminar sus estudios universitarios y tiene veintiún años. El segundo ingresa a la Universidad de Córdoba para hacer la carrera de Diseño Gráfico, y la más chiquita está en sexto grado de la primaria. Mi esposa es docente. Gracias a ella, y a los ingentes esfuerzos que ambos hacemos, estamos manteniendo la armonía afectiva y familiar. A pesar de que yo no doy pie con bola y estoy fuera del sistema laboral. Gracias, Gerardo


Estimado Gerardo: lo primero que quiero sugerirle es que no se desespere. Sus síntomas son normales frente a impasses que la vida nos propone para que aprendamos algo que todavía no sabemos. Pero no es el final. No diga "tengo ya 48 años". Cuarenta y ocho años son pocos. La gente de su edad se prepara para vivir 90, de modo que dése un poco de tiempo y las cosas comenzarán a fluir. No ponga a su esposa en el lugar de víctima: ella es su compañera y como tal, le toca un período con una carga un poco más pesada. Reconozca su esfuerzo pero no la victimice. Me imagino que habrá presentado su curriculum en las compañías de seguros y afines, de modo que sólo se lo recuerdo. Lo mismo que poner sus anuncios en Internet.
Me parece bien que intente algo independiente y para saber por qué se achica frente a su cliente potencial, le diría que haga memoria para ver si hay algún hecho traumático en su historia infantil acaecido cuando usted tenía entre 3 años y medio y 5 años y medio. Si no recuerda, pregunte a algún sobreviviente de la época. Allí puede estar la raíz de sus miedos.
Siga investigando y comuníqueme sus avances. Ocúpese de Gerardo y obtendrá lo que espera. Lo saludo afectuosamente. Graciela Berchesi.

Saturday, July 15, 2006

CONSULTANTE 27, Esther: "Hoy, en vísperas de Pesaj..."


Querida Graciela: hoy, en vísperas del Pesaj, fiesta judía, siento que no soy un monstruo. Usted me hizo ver las cosas de otra manera y puedo comenzar a festejar con los míos sin culpa. Usted no sabe la clase de esperanza que puso en mi corazón.. Provengo de una familia sefaradí, con esquemas muy arraigados de cultura judía. Al pasarme esto creí que comenzaba a ser indigna de compartir con mi esposo e hijos una mesa especial como la de hoy. Nuevamente gracias. Esher.

Querida Esther: en el momento de la lectura de la Agadá, recuerde liberar el amor en su corazón e imagine que lo desparrama sobre todos los que están alrededor de su mesa familiar, sin dejar afuera a ninguno. Un amor grande e incondicional que la tenga como protagonista. Que tenga como único límite el respeto por usted misma y por todo aquello que despierte en usted buenos sentimientos. Recuerde: si usted es una buena persona (cosa que, por supuesto, descuento) todo lo que sale de usted es bueno simplemente por salir de usted. Edifique sobre Esther. Reciba un fraternal abrazo y mis mejores deseos. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, "Ayer tuve una charla con mi esposo..."


Doctora Graciela: Ayer tuve una charla con mi esposo sobre todo lo que nos sucedía con respecto a la llegada de nuestro nietito. Le pregunté por qué estaba tan distante conmigo. Me contó que él veía cambios en mí con respecto a mi cuidado personal, mi dieta, y que notaba que tenía una motivación. Me contó que sentía miedo a que luego de estar treinta años juntos y treinta y cinco de conocernos, me pudiera llegar a perder. Le dije que era un estúpido y me puse a llorar. Lloramos juntos. Me contó que ahora nota la diferencia de edad entre nosotros, que antes no lo notaba y que al hablar con sus amigos le decían que hay muchas parejas que, luego de estar muchos años juntos, se separan. Dijo que sentía miedo, me hizo reflexionar y me dí cuenta de que jamás puedo poner en juego mi felicidad y la tranquilidad de mi matrimonio. Si bien quizá no sea todo lo que uno espera a una determinada edad, o sueños que uno cree poder realizar, pero es lo de uno. Al leer su último mail pensé que usted tiene razón cuando dice que “esto no da para más”. Quiero cortar esta zonza relación telefónica, quizá me lleve unos días porque me he acostumbrado a ella pero debo hacerlo. Por el bien de mi pareja y de mi hogar. Sé que usted es psicóloga y no maga, pero quizá ponga en mi mente las palabras justas que me den la fuerza que necesito. Gracias por todo y espero su respuesta. Saludos, Esther.

Estimada Esther: lo que dije que no daba para más era el tema en cuanto consulta psicológica. Quiero que me entienda. Hoy su ánimo cambió porque hizo contacto con su historia, con su marido, con la construcción de un proyecto en común con alguien y desde ahí su relación telefónica pasó a ser algo deplorable. Pero... Pero... Sin embargo... Me parece que ese contacto telefónico tuvo que ver en este reencuentro y que la puso a usted en actitud de mejorar físicamente y demás. Estoy totalmente de acuerdo con que no arriesgue lo que tiene, pero no en que borre de un plumazo una fuente de estimulación que demuestra ser buena para motivarla a hacer cambios. Evalúe cuidadosamente... Lo que no puede es confesar en su familia que tiene fantasías con otro hombre, porque sería una conducta inconveniente. Pero tampoco es necesario que borre esas fantasías porque de todos modos se presentarían... ¿no le parece? Mientras siga en el plano en que está, sin arriesgar lo REAL, no hay problema. No sea extremista. No es necesario hacerse monja ni tampoco eliminar los sueños. Hay que ser feliz, ese es el compromiso con usted misma. No arregle por menos. La saludo cordialmente y estoy a su disposición. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: "No creo que sea pecado jugar de esta manera..."

Estimada Doctora: No creo que sea pecado jugar de esta manera, pues me siento halagada cuando charlamos y me da una motivación para estar a dieta. Hay momentos en que mi corazón late como si tuviera veintinueve o treinta y cinco años. Creo que no estoy haciendo mal a nadie, a veces en la vida se necesita un estímulo. Trabajo muchas horas y estoy feliz cuando llego a casa y le hablo por teléfono. Él dice que no me cree que estoy separada porque no le doy mi número telefónico. Dice que estudia Derecho y tiene treinta y dos años. Vive solo. Me cuenta lo que hizo en el día y de sus amigos. Siento que mi vida tiene otro sentido. Cuando pida conocerme espero estar menos gorda y no sentirme presionada. Le agradezco sus comentarios y le dejo mis saludos. Esther.

Esther: creo que el tema no da para más. La saludo cordialmente y le deseo suerte. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: "Claro que es un tema para no entender..."

Querida Graciela: claro que es un tema para no entender. Le cuento que hace unos días en plena angustia por las nuevas etapas que me movilizan, mi teléfono se ligó y comencé a hablar con un desconocido que me pedía que no cortara y que hablara con él. Aún no sé cómo comenzó este juego que ahora me causa temor y, a la vez, tengo miedo de cortar.Esta persona me dice su edad y allí comienza mi mentira. Le digo que tengo cuarenta y dos años y de allí en adelante charlamos casi todos los días. Tuve que seguir contando una historia porque me gustó, me siento acompañada a pesar de que sea sólo telefónico. Sin saberlo él, hizo posible que bajara de peso. Le pregunto si le parece muy tremendo seguir soñando, siendo que de todos modos no me comprometo o si le parece que estoy jugando con fuego. Desde ya, le agradezco su respuesta. Con respecto a mi nietito estoy loca esperando su llegada pero como mujer me siento halagada, esperada… si bien, telefónicamente, pero… Volví a sentir latir mi corazón de otra manera. Gracias, Graciela, reciba mis saludos. Esther.

Estimada Esther: está todo bien, no le encuentro problemas a su relación telefónica virtual. Me parece todo bien y si avanzara para algún lado que usted sintiera peligroso, pues habría que pensar cómo seguir. Eso es todo. Sea cuidadosa en el tema "adelgazamiento" para no desaprovechar este estímulo. Por lo demás, me parece que no hay de qué preocuparse. Saludos, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27, Esther: “No sé qué locura es ésta…”

Querida Doctora: Usted pensará que estoy loca. Hace quince días, tenía mi autoestima por el piso y toda dieta que empezaba, la dejaba. Nunca me había ocurrido algo semejante. Una voz en el teléfono me pidió que lo volviera a llamar y así, jugando, entré a llamarlo todos los días. Él tiene treinta y dos años y yo le dije que tengo sólo cuarenta y dos. No le hablé de mis cincuenta que tanto me pesan. Podría ser mi hijo. Tengo como una locura, cuando llego de trabajar hablo con él y sueño ser joven. Le cuento que me estoy cuidando y en dos semanas bajé cinco kilos. No sé qué hacer. Sé que si le digo la verdad nunca más me hablará: le dije que tengo dos hijos y que estoy separada. Vivo plenamente este “cuento” y me siento feliz y a la vez temerosa. Él es separado y tiene un niño de diez años.
¿Qué puedo hacer para no perderlo? Me da vergüenza pero me sonrojo como una adolescente. Desde ya espero su contestación. Muchas gracias, Esther.


Estimada Esther: no me queda claro su planteo. Los datos suyos que dispongo hablan de dificultades para asumir su condición de abuela y de problemas para adelgazar. Me dijo, además, que tiene cincuenta años y me habla de la relación con su marido.
No entiendo lo de ahora. ¿Encontró un novio telefónico, de 32, que cree que usted tiene 42? Por favor, vuelva a escribirme si lo desea, aclarándome sus últimos movimientos. Me alegro de su resultado en la obesidad. el estímulo de esta persona evidentemente es eficaz. Saludos, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, “Muchas Gracias”.

Querida Doctora: no sabe cuánto me alentaron sus palabras. Sucede que estuve leyendo un libro que se llama “Cuando la comida reemplaza al amor” y creo que ese es mi mayor problema. Me he pasado la vida con dietas, tratando de ocultar mis estados emocionales y leyendo este libro entendí que no puedo seguir comiéndome todo. Los demás tratan de poner sobre mí demasiada responsabilidad y quizá por allí surge mi miedo a ser abuela: temo que crean que deseo competir. Tengo que aprender a delegar responsabilidades y eso me dará seguridad. Le agradezco su ayuda y le envío mi más afectuoso saludo. Esther.

Estimada Esther: el sentimiento de competencia que puede sentir en este tiempo no es malo. Es natural.
Una hembra (permítame usar este término, tan bello), cerca suyo, está por dar a luz y usted siente temor a quedar relegada a un segundo plano, ya que no puede hacer lo mismo. Si observa con cuidado verá cuántas mujeres alrededor de la embarazada expresan de distintas maneras ese mismo sentimiento.
No habrá segundo plano para usted porque cuando esa mujer para, la convertirá -automáticamente- en ABUELA. Y usted verá cómo todo sentimiento negativo abandonará su corazón dejando el espacio necesario para albergar el abuelazgo que, como ya le dije, es cercano a la plenitud.
Gracias por sus palabras, reciba mi afecto, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 27: Esther, “Asumir los cincuenta años”

Dra. Berchesi: pronto voy a ser abuela. Mi hijo, de 29 años, será papá. Estoy orgullosa pero siento que no es posible que tenga ya 50 años. Además, mi esposoque me conoce desde los quince años, dice que jamás cambiará mi humor, pero lavida me hace ver las cosas de otro modo. Quisiera que me aconseje, doctora, acerca de cómo enfrentar el número cincuenta. Desde ya, gracias. Esther.

Estimada Esther: celebre en su corazón la fiesta de la vida... No tema. Tener cincuenta años le propone ser abuela, uno de los estados más plenos del mundo afectivo.
Por otra parte, como sabe, la gente cada vez vive más y los que hoy tienen cincuenta se preparan para cuarenta más. Eso sí: hay que prepararse... No se puede seguir con los mismos recursos, porque no alcanzan: aparecen enfermedades y sobrevivir resulta una carga para uno y para los demás. Hay que prepararse: cambiar la alimentación, cuidarse mucho, poner el cuerpo en movimiento, hacer algún tipo de gimnasia y desarrollarse intelectualmente o en una disciplina artística. Estudiar otra vez. Iniciar una carrera o aprender a tocar un instrumento, pintar, esculpir o lo que prefiera.
Allí está la vida mostrándole su maravilloso abanico: no la desconozca, no se asuste. Adelante!! Le mando un abrazo y cuénteme cuando su nieto/a nazca. Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 26: Analía, “Con mucha vergüenza le escribo para pedirle ayuda…”

Estimada Dra. Berchesi: con mucha vergüenza, le escribo para pedirle ayuda. No me he animado jamás a revelar semejante verdad, pero su consultorio me permite expresarme, gracias a Dios. Tengo 51 años, no he mantenido relaciones sexuales con penetración nunca, y tengo terror de hacerlo. Cómo puedo solucionar esto que he callado tanto tiempo. No tuve en mi infancia explicaciones sobre el tema y me gustaría resolverlo para intentar ser feliz.¿Cómo se vence este miedo a lo desconocido y a la vez conciente?. Escucho su reflexión. Tengo alto nivel educativo y pensar que no puedo resolver algo tan común como hacer el amor con el hombre que amo. ¿Podré superar éste miedo? Gracias y perdón. Confío en su respuesta. Un cordial saludo, Analía

Estimada Analía: antes que nada déjeme decirle que son muchas, muchísimas, las personas que padecen lo que usted (hombres y mujeres). No es tan común la realización sexual plena en una generación en la que, tal como usted recuerda, no había diálogo sobre el tema con los padres y, lo que es peor, todo lo atinente a la sexualidad era considerado pecaminoso, sucio y condenable.
Para poder responder concretamente a su consulta me gustaría saber si tiene pareja actualmente y, en caso de respuesta afirmativa, si su compañero le propone tener relaciones sexuales. Le ruego que vuelva a escribirme para que pueda, con estos detalles, ayudarla. La saludo cordialmente, Lic. Graciela Berchesi.

Sunday, July 02, 2006

Sugiere CRISTINA SOLOAGA, acerca de la sensopercepción...


Bendita Música

Desde la antigüedad se conoce la relación entre la música y el estado de ánimo.

Algunas veces, casi sin notarlo, oímos una melodía que nos remite al mundo emocional. Nos recuerda situaciones vividas con intensidad. Otras veces, cuando cantamos o tarareamos una canción espontáneamente, expresamos el momento que estamos viviendo y los sentimientos que lo acompañan. Lo mismo puede pasar cuando ejecutamos un instrumento musical.

Cierto tipo de música nos brinda calma. Resulta especial para meditar debido a la relación entre el ritmo percibido y la adecuación a él de las ondas en las que vibra nuestro cerebro. Los adagios de los conciertos barrocos se sincronizan particularmente con las ondas cerebrales del tipo Alfa. Cuando el cerebro mantiene esta frecuencia se logra un equilibrio en el funcionamiento de sus dos hemisferios, lo cual es beneficioso para la salud.

Para reencontrarse con usted mismo, dedique un momento cada día a escuchar música, cantar o tocar un instrumento. No importa que no sea cuánto se haya capacitado para hacerlo. Si es o no un virtuoso o un profesional. Hágalo con los elementos que cuente: esas cuatro notas que aprendió a tocar en el piano cuando era chico, o esa única canción que recuerda, le servirán de canal para expresar sus sentimientos y esto lo hará sentir bien.



Cristina Soloaga







CONSULTANTE 25. Verónica, "...Me fui de vacaciones a Brasil y conocía a un hombre muy dulce."

Mi consulta se debe a que hace seis o siete meses estoy distanciada de mi novio con el que hacía tres años que salíamos. Estábamos de nuevo como "amigovios", pero me fui a Brasil de vacaciones con dos amigas y conocí a un hombre muy dulce, brasilero él y, sin querer, pasé la noche con él. Digo “sin querer” porque fue muy tierno y demasiado dulce hasta llevarme a estar con él. Yo viajaba a Buenos Aires en unas horas, así que fue poco el tiempo que estuvimos juntos, pero creo que fue tan increíblemente especial el conmigo como ningún otro hombre. Yo siento como que acá son demasiado machistas y brutos en lo sexual y él fue muy tranquilo y dulce, y no es por falta de experiencia mía (tengo 31 años) pero los hombres allá saben cuando tienen que parar porque la mujer les dice hasta ahí. Bueno al otro día nos pasamos los teléfonos, el mail, y me vine. Cuando llego a Buenos Aires, él me llama al otro día, diciéndome cosas que cualquier mujer desearía escuchar. Dijo que en sus vacaciones, que son a mediados de año, va a venir a pasar una semana conmigo, y hablamos bastante seguido. Mi pregunta es la siguiente: ¿debo prestarle la atención a una relación a kilómetros de distancia? Con mi ex novio, ¿debo cortar? Cabe aclarar que no me gusta jugar a dos puntas. Pero él es algo seguro, mientras que el chico brasilero es una preciosura, me hizo sentir muy pero muy bien y cada vez que hablamos me dice que sueña conmigo, que se acuerda de esa noche todo el tiempo, que va a venir a conocer a mi familia, a verme a mí, y cosas así.
Aconséjeme, por favor, qué hacer. Estoy bastante confundida, y la verdad es que necesito una opinión acertada. No quiero salir herida de esto, pero me encantaría conocer al chico de Brasil, y que se dé en serio. A mi ex todavía no lo vi acá, pero sé que debe estar enojado por no habernos encontrado. Le agradezco enormemente la ayuda, no sé con quién hablarlo para tener una repuesta pura. Muchas gracias. Verónica.

Estimada Verónica: su "partner" brasileño, tan amoroso como lo describe, nada tiene que ver con lo que usted siente por su novio aquí en Argentina. Aquello es una aventura de verano y, seguramente, no pasará de ahí. Y si él viaja, tal como dice usted que promete, probablemente la relación no pase de encuentros sexuales que quizá sean brillantes... que seguramente no habría que desperdiciar, pero nada tiene que ver esto con un plan de vida en común.
Con esto no quiero decirle que deba llevar adelante un plan de vida en común con alguien necesariamente. Y mucho menos que deba hacerlo con su ex novio a quien usted ya no quería antes de irse de viaje. Pero sí le señalo que no polarice las dos relaciones que nada tienen que ver entre sí. Tampoco idealice aquello que no es más que el final de unas vacaciones...
Si la relación con su novio de acá se terminó, se terminó. Haya o no otra persona, en cualquier lugar del mundo. Y si la relación con el brasileño fue buena, lo fue pase lo que pase acá. Separe las dos cosas, no pertenecen al mismo mundo y, sobre todo, no las ponga a competir.
Puede volver a escribirme si lo desea. La saludo cordialmente, Graciela Berchesi.

CONSULTANTE 24, Angela: "Soy viuda hace dos meses... ¿cómo se hace para seguir cuando todo cambió?

Estimada Graciela: Mi nombre es Angela, tengo 58 años soy viuda hace dos meses, tengo dos hijos y dos nietos. La pregunta es ¿cómo se hace para seguir cuando todo cambió? Todavía no acepto la muerte de mi esposo, aún sabiendo que iba a suceder a raíz del maldito cáncer que lo hizo sufrir un año y medio y también cambio mi vida .Si bien sé que tengo que seguir adelante, que tengo el amor de mis hijos, mis nietos y todos mis seresqueridos, hay días muy difíciles. Es una lucha entre aferrarme a todos mis amoreso dejarme llevar por la angustia y los pensamientos negativos que se mezclan con casi cuarenta años de matrimonio. Una vida en la cual hubo amor, compañerismo, y dos hijos maravillosos .UNA FAMILIA. Me gustaría seguir contándole muchas cosas pero no quiero abusar de su tiempo. Muchas gracias, Angela.

Estimada Angela: la viudez de las mujeres es un duelo muy particular. Diferente a todo otro duelo. La pérdida del compañero, cuando la unión ha persistido por años, es así de dolorosa porque la mujer pierde temporariamente el rumbo. Es como estar sin cabeza y se experimenta esta sensación en cada acto de la vida cotidiana. Los amores "de alrededor" por importantes que sean -hijos, nietos, etc.- no pueden reemplazar a aquella persona con la que se tenía una unión de tal naturaleza que -en algunos casos- hasta resulta costoso percibir el propio cuerpo, porque parece reducido a la mitad.
La asistencia psicológica es importante. Le diría que indispensable. Se necesita una reubicación espacio temporal que es difícil de lograr sola. Vuelva a escribirme si lo considera oportuno, estoy a su disposición. pero si quiere ahorrar tiempo de sufrimiento, pida una entrevista personal con un profesional psicólogo/a que le merezca fe y comience a transitar el aprendizaje que le demandará esta nueva vida.
Créame que es un camino nuevo, al principio costoso pero luego satisfactorio. Se van aprendiendo nuevas cosas y se desemboca invariablemente en una vida distinta que hoy, a tan poco tiempo de su pérdida, usted no podría aún imaginar. Pero existirá para usted como para tantas señoras que han padecido lo mismo y -con el tiempo y la ayuda psicológica-, se han repuesto y han logrado recomponerse. Tenga confianza en usted misma y no deje de tratarse. La saludo con afecto, Graciela Berchesi.

Estimada Graciela: Ante todo quiero agradecerle que me haya dedicado su tiempo, si bien usted es una profesional, también es cierto que es difícil comprender a alguien sin conocerlo. Usted lo hizo, sus palabras me han emocionado y me sentí contenida. Para serle franca le diré que mi médico clínico me aconsejó una consulta psicológica, pero no cuento con los medios económicos para poder elegir a un buen profesional. Consulté a un psicólogo de mi Obra Social y el resultado fue negativo. De corazón, muchas gracias. Un abrazo, Angela.

Querida Angela: yo no sé si vive usted en Capital, Gran Buenos Aires o en el interior del país pero, por si estuviera cerca, le cuento que estoy trabajando con un grupo de señoras que padecen su problema y como la atención es grupal, los honorarios son bajos. Si estuvieran dadas las condiciones geográficas, le interesara y deseara integrarse, llámeme al 4983-4294. La saludo con un fraternal abrazo, Graciela Berchesi.